¿Qué es la celulitis?
Literalmente significa “inflamación de las células”. En realidad es una alteración del tejido conjuntivo, del sistema circulatorio y del sistema linfático. El resultado es una disminución del riego y del drenaje de las sustancias tóxicas derivadas del metabolismo celular. Se produce así una acumulación de líquidos, toxinas y grasa en los adipocitos o células grasas
hasta formar nódulos adiposos que se depositan en cavidades justo bajo la superficie de la piel, dando la apariencia de hoyuelos o de la llamada comúnmente “piel de naranja”. Este fenómeno se produce mayoritariamente, alrededor de las caderas, muslos, brazos y glúteos.
Formación de celulitis…
Su origen no es único y no está del todo esclarecido, aunque existen una serie de evidencias. Cuando ingerimos más grasa de la que necesitamos, se produce un acúmulo en las células subcutáneas, aumentando su tamaño. Por ello ejercen presión sobre los capilares sanguíneos y linfáticos, disminuyen el transporte de oxígeno y el flujo de líquidos de la célula y, por tanto, de las sustancias que debe eliminar el metabolismo, produciéndose un acúmulo de toxinas.
No sólo se trata de estética…
Aunque la mayoría la considera antiestética, hasta convertirse muchas veces en el punto débil del físico femenino, lo cierto es que no sólo se trata de estética sino que, en determinados casos, el tejido se va endureciendo y los nódulos se van haciendo mayores hasta el punto de ser dolorosos.
¿A quien afecta?
Las mujeres de más de 20 años la padecen casi en un 80%, mientras que en los hombres no supera el 10 %. Esto se debe a que el tejido conjuntivo de la mujer es diferente al del hombre con menos células musculares y con un mayor número de adipocitos, células capaces de acumular grasa como reserva para el embarazo.
Además, el organismo femenino está sometido continuamente a cambios hormonales:
Pubertad, cuando el cuerpo y la piel se adaptan a sus nuevas formas femeninas:
Entre el 85% y el 98% de las mujeres después de la pubertad presentan algún grado de celulitis, siendo más frecuente en unas razas que en otras.
Ciclo menstrual, menopausia y anticonceptivos orales
Todo cambio hormonal femenino favorece la producción de celulitis. Los estrógenos, además de hacer más flexible el tejido conjuntivo, influyen en la distribución de la grasa.
Embarazo. Tras el parto se acumulan más grasas en las células subcutáneas, coincidiendo con la disminución de la tensión del tejido conjuntivo que ha tenido que estirarse de manera considerable durante todo el embarazo.