El malvavisco Althaea officinalis ha creado mecanismos para poder subsistir en ambientes secos, arenosos y salobres, para ello posee un alto contenido en mucílagos.
Estos mucílagos son polisacáridos que poseen la capacidad
- de acumular agua y por ello pueden regular la hidratación de la piel y mucosas.
- de cubrir la piel erosionada y cicatrizar pequeñas heridas, quemaduras o irritaciones,
- desinfectar pequeños forúnculos y mejorar el aspecto del cutis.
Por esta concentración de mucílagos también puede, cuando se emplea por vía oral actuar como antiinflamatorio gástrico y como antitusígeno.
Una creencia antigua decía que quemar Malvavisco servía para purificar las casas.
El poder curativo desde esta planta se conoce desde hace mucho tiempo, incluso el Emperador Carlomagno ordenó plantarlo en los jardines.