Al trébol rojo, como a todos los tréboles, se le atribuyen propiedades mágicas y de amuleto, los celtas ya lo empleaban con esos fines.
Y realmente como principio activo formulado en cremas se entiende el porqué:
Posee un alto contenido en fitoestrógenos , isoflavonas, por lo que resulta ideal para la pieles maduras al ayudar a rejuvenecerlas. Esta gran concentración en este principio activo le ha hecho uno de las plantas ideales para el tratamiento de los síntomas postmenoáusicos.
Contiene además antioxidantes que ayudan en la misma función de reducir los efectos del paso del tiempo al combatir el proceso oxidativo y de muerte de las células.
Llama la atención la vitalidad de esta planta, ya que puede ser cortada varias veces a lo largo de un año y siempre brota con fuerza. De ahí que se puedan emplear esas propiedadesr egeneradoras para pieles que han perdido parte de su vitalidad
Tradicionalmente, además, se ha empleado también para combatir la caída del cabello, así como para fortalecerlo y dotarlo de elasticidad. Estos efectos se le deben a su alto contenido en taninos, flavonoides y aceite esencial.