La capuchina
Su nombre común le viene indicado por la forma que posee su flor, aunque su nombre latino es Tropaeolum majus que proviene del vocablo griego, dado que también asemeja a un trofeo.
La forma campanoide de su flor condiciona a que tenga que ser polinizada por colibríes que son los únicos que con su largo pico pueden realizar esta función en Sudamérica, que es de donde es oriunda esta planta.
Propiedades de la capuchina en cosmética natural
Mejora el riego sanguíneo cutáneo
Sus ésteres de ácidos grasos son rubefacientes, es decir, que mejoran la circulación sanguínea de la piel. Al llegarle a ésta más sangre se le aportan más nutrientes por lo que se puede emplear como antialopécico.
Antiséptico
Posee un aceite esencial con una alta concentración en isotiocianato de metilo, lo que le dota de propiedades antibióticas, antivíricas y antifúngicas. Por ello sus hojas se emplean como antiséptico desde antiguo en Sudamérica.
Seborregulador
Es conocida también la capacidad seborreguladora del aceite esencial de esta planta, por lo que se emplea para personas con pieles con muchas impurezas o con acné.
Antioxidante
También, gracias a su alta concentración en vitamina C, tiene propiedades antioxidantes.
Todas estas características la hacen una de las plantas capitales en la cosmética natural.