Tenemos tendencias a llamar “normal” a aquello que está bien. Por tanto, la piel normal es aquella que no presenta problemas que luce bella
Las características de este tipo de piel:
- Su textura es regular
- No tienes problemas de granos, rojeces o imperfecciones
- Está aparentemente suave, limpia, sana y bien hidratada.
- Posee un grosor adecuado.
- No se seca al lavarla.
- Al aplicar una buena crema ésta penetra rápidamente y no queda grasa.
El estado de la piel cambia constantemente y no es posible mantener este buen estado continuamente dado que, tanto el tiempo, como algunos agentes externos e internos, van modificándola; por tanto, no bajes la guardia y cuídala para que siga estando radiante.
Sobre este tipo de piel se puede y debe trabajar para prevenir lo problemas del futuro y mantener esa suerte:
Limpieza
Se debe realizar una rutina mañana y noche. Por la noche para retirar los restos de maquillaje y los contaminantes que se han adherido a la piel a lo largo del día y por la mañana para eliminar los metabolistos que ha eliminado la piel durante la fase de regeneración nocturna.
Tonificación
Es un paso importante, dado que refresca y revitaliza la piel del rostro
Hidratación y nutrición
Siempre es importante mantener la hidratación adecuada en la piel. En el caso de la piel normal no se requiere tanta nutrición.
Protección solar
Para mantener este buen estado es importante evitar el fotoenvejecimiento
recomendamos las cremas de la gama de Iris de Weleda con una gran relación calidad precio.