Se deben hacer varias consideraciones previas:
-La Dermatitis atópica es una enfermedad que debe ser diagnosticada por un pediatra o por un dermatólogo, nosotros como farmacéuticos vamos a hacer una enumeración de algunos tratamientos que requieren de prescricción, pero queremos insistir en la necesidad de un diagnóstico adecuado por parte del médico.
-La Dermatitis atópica en la mayoría de los casos desaparece con la edad y casi siempre mejora con el transcurso de los años.
-No existe un tratamiento definitivo para la Dermatitis atópica, como en la mayoría de las enfermedades recurrentes crónicas de etiología desconocida, por lo que hay huir de curaciones rápidas y sí ser muy persistente en los cuidados de la piel.
-Sí es importante seguir una serie de pautas y consejos que permitirán mejorar la sintomatología, evitar recidivas y prevenir posibles complicaciones.
Como ya hemos mencionado antes, esta enfermedad alterna periodos agudos con fases interbrotarias. Por lo que existen tres actuaciones terapéuticas
1) Sintomática en la que se trata de eliminar o, al menos, aminorar el prurito.
2) Preventiva en la que se trataría de fortalecer la piel para así poder alargar al máximo el periodo interbrotario.
3) Tratamiento de las patologías asociadas a la Dermatitis atópica, tales como sobreinfecciones, etc.
Evitar el rascado
Para evitar las sobrelesiones producidas por el rascado se deben cortar las uñas a los bebés (mayores de tres meses) y prestar una especial atención a la suciedad que se aloja bajo ellas . Además a los bebés algo mayores se les debe dormir vestidos con un body para impedir que sus manos lleguen hasta las zonas que le pican y que están lesionadas.
Hidratación de la piel
Es el paso fundamental del tratamiento de estos enfermos.Estos pacientes tienen alterada la capa lipídica de su piel, por lo que pierden agua y padecen los diferentes síntomas que se han descrito.
El reponer los ácidos grasos que faltan, trata la enfermedad porque aporta aquello que de lo que la piel carece o que presenta de manera alterada.
Si se emplean aceites vegetales naturales y no sintéticos, sus ácidos grasos esenciales se asemejan a aquellos que se encuentran en el sebo y, por tanto, son fácilmente asimilables.
A diferencia de los minerales y de los sintéticos los aceites vegetales permiten transpirar la piel de manera natural y no añaden problemas por alterar el sudor, o por impermeabilizar la piel.
Son curativos a corto, medio y largo plazo.
El baño
El baño debe ser breve con agua templada se debe usar un producto que no lleve detergentes y que no retire los pocos lípidos que existen en esta piel.
Solo se debe usar producto en las zonas más sucias, como por ejemplo las ingles, la zona del pañal, la axilas y los espacios interdigitales. Es preferible una corta ducha con agua templada.
Tras el baño o ducha no se debe secar de manera enérgica la piel.
Ropa natural
Para este tipo de piel el contacto con fibras naturales resulta mucho más sano. Se requieren materiales transpirables, para evitar el sudor, ideal el algodón.
Evitar ambientes muy secos y calurosos
No conviene abrigarlos en exceso, se debe bajar la temperatura de las calefacciones y mantener el grado de humedad ambiental por encima del 50%.
Alimentación
Se deben evitar el azúcar blanco refinada siempre y todos los edulcorantes artificiales.
En brotes se puede seguir un régimen a base de crudos y en los posible en esos períodos limitar las proteínas de origen animal y desde luego limitar la leche y los huevos por las noches.
Son recomendables las zanahorias, patatas y remolachas.
Se debe prestar atención de si se sospecha que algún alimento puede desencadenar un brote para eliminarlo al menos durante una buena temporada.
Se debe emplear alimentos lo más natural posible.
Lactancia materna
Siempre que sea posible y desde aquí ya lo hemos hecho recomendaremos esta práctica, pero es que en este caso está mucho más aconsejada. Son bebés que tienen dificultad para relacionase con lo extraño, por lo que alimentarles por el alimento más afín, cercano y sano que existe, más cuando además se les suministra muchas defensas a través de esta vía.
Control de horarios y estímulos exteriores
A los niños que presentan esta enfermedad les conviene tener unas rutinas y unos horarios muy fijos. entendiendo que nuestra vida es flexible se debe tratar de respetar un horario de comidas y sueño con un patrón fijo.
Se le deben “racionar” los estímulos. Evidentemente, no se puede crear individuos con anhedonia pero se debe evitar las “tormentas sensoriales“. Precaución con músicas muy estridentes, con colores muy llamativos, con cócteles de sabores muy “exóticos y picantes”, con olores muy arómaticos, con luces muy intensas, etc. A estos niños (hasta siete años) se les debe minimizar la televisión, los ordenadores, las consolas, los cines, etc.
Vuelta a la naturaleza
La naturaleza posee ritmos más lentos y constantes de los que encontramos en nuestras ciudades. En cuanto nos sea posible dar un agradable paseo por la naturaleza, escuchar sus sonidos y sentir todo lo que ella nos ofrece suele ser una de las medidas terapéuticas que más tiende a mejorar esta enfermedad. Un breve baño de sol, con la protección adecuada suele resultar beneficioso.
Vacunación
Aunque este tema es muy complicado y más desde nuestro punto como farmacéuticos, invitamos que antes de poner a un niño atópico una vacuna reflexionemos:
como está de su enfermedad, evitando vacunarle en brotes agudos
si la vacuna que se la va a poner es realmente necesaria (muchas de ella lo son y otras son superfluas)
si se pueden poner espaciadas en vez de esas heptavalentes
nos podremos informar. Aquí os ponemos dos polos que cada uno aporta una visión opuesta. Como padres saquemos nuestra conclusión, que somos capaces de hacerlo:
Asociación española de pediatria
Liga para la libertad de la vacunación
Todo estos tratamiento aumentan las expectativas de mejora y no son solo teorías, ya que elEstudio Parsifal que se llevó en Suecia hace unos años, demostró que los niños que seguían estos hábitos presentaban mucho menor incidencia de estos problemas que otros niños.
Tratamiento para eccemas y zonas afectadas
1º) Aplicar cosméticos 100% naturales que proporcionen una buena hidratación ( Crema plantas medicinales, crema pañal, crema facial de caléndula, Aceite revitalizante..)
2º) Existen una serie de remedios tópicos a base de plantas, como pueden ser las pomadas a base de Dulcamara y de Lysimachia o la formulada a base de Cardiospermum halicacabum
3º) Si la lesión aún perdurase o empeorase sería necesario recurrir a un pediatra o dermatólogo para que evaluara el tratamiento médico más apropiado. En general el tratamiento médico constaría de:
- Corticoides tópicos, (antiinflamatorios de aplicación directa sobre la piel). Son medicamentos de prescripción, por lo que deben ser prescritos tras un diagnóstico médico y están contraindicados si existiera infecciónes cutáneas bacterianas, fúngicas o víricas. El tipo de corticoide, su concentración y su forma galénica a elegir, depende mucho del tipo de lesión en la piel. Evitar los corticoides por vía oral y los inyectados.
- Antihistamínicos H1 orales: especialmente para el alivio y prevención del prurito y del consiguiente rascado. No utilizarlos en cremas sobre las lesiones ya que pueden sensibilizar y empeorar la situación.
- Antibióticos tópicos: solo si existe sobreinfección de la piel.
- Inmunomoduladores tópicos en niños mayores de 2 años y en tratamientos a corto plazo o intermitente a largo plazo cuando no exista una buena reapuesta al tratamiento convencional a base de corticoides y siempre bajo la supervisión de un especialista
- Otros
Foto terapia o fotoquimioterapia (PUVA, UVA), ciclosporina, interferon, etc.: únicamente para formas especialmente graves y rebeldes.
Los medicamentos que se emplean en este punto son de prescripción por lo que siempre deben ser prescritos tras un diagnóstico médico.
Los medicamentos que se emplean en esta fase son de prescripción por lo que siempre se deben recetar por un médico tras su diagnóstico.