La higiene íntima es la que más cuidado requiere. La vagina posee un mecanismo propio de autodepuración a través de su secreciones y de su pH ácido. Sin embrago, toda mujer sufre o sufrirá al menos una vez en su vida una infección en esta zonas, las más frecuente es la candidiasis.
Causas que hacen extremar el cuidado de la zona intima
- Es una zona poco ventilada
- La vagina está colonizada por una flora bacteriana propia, saprófita, que la defiende, especialmente destacables son los Lactobacilos. Su presencia se puede ver alterada por el consumo de antibióticos
- Está en contacto con sudor, orina, fluidos, vaginales, orina sangre durante la menstruación. Incluso con determinadas prácticas incorrectas de limpieza anal, puede entrar en contacto con restos fecales
- Por su propia constitución en forma de cavidad puede alojar infecciones
- Posee un estrecho margen de pH, que varía en las diferentes fases del ciclo menstrual. Fase menstrual en torno a 7, fase premenstrual sobre 4 el resto del ciclo entre 4 y 5,5. Tras la menopausia se sitúa en pH neutro (7)
- Las relaciones sexuales representan una tracción mecánica, un foco de infección de enfermedades de transmisión sexual, incluso determinadas prácticas como el sexo oral pueden contaminar esta zona.
- Está regida por las hormonas y sus cambios, ciclo menstrual, pubertad, embarazo menopausia y esos cambios pueden alterar diferentes parámetros.
Cuidados
- Emplear ropa interior de fibras naturales, evitando ceñirla demasiado
- Evitar usos prolongados de compresas y tampones renovándolos con frecuencia
- No dejarse el bañador mojado puesto después del baño
- Cada persona debe tener su propia toalla y no compartirla
- Evitar el empleo de papales higiénicos perfumados
- Una abundante ingesta de líquido impide la concentración de la orina y con ello la posibilidad de infecciones.
- Lavarse las manos con frecuencia
- El empleo de un jabón adecuado para la higiene íntima
- En caso de que el medico prescriba un tratamiento antifúngico no se debe olvidar tratar a la pareja, que en muchas ocasiones queda como un portador mudo que padece sin sabrlo la enfermedad y que la reinfecta tras una relación sexual.
Aportaciones de la cosmética natural a la higiene íntima
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