Desde NaturalSensia siempre hemos apostado porque la cosmética natural auténtica ha de estar avalada por un sello que se precie. Pero es verdad que los sellos tienen sus limitaciones
Falta un sello unificado
Es difícil de entender que no se haya conseguido unificar un solo sello y que cada país tenga un aval propio. Aunque el Na-True sea el mejor intento de agrupar los criterios de varios países.
Falta legislación
En Europa todavía no existe una legislación clara y única que indique las condiciones necesarias de la cosmética natural o biológico. Por ello los sello son normas impuestas por las entidades evaluadoras
El origen de los avales
El BDIH alemán procede de las normas de autocumplimiento de las marcas que existían en ese momento en el mercado pionero alemán. Eso hace que ellos permitieran, en principio, lo que ellos estaban formulando.
El ECOCERT es una entidad independiente, pero tiene como perversión que cobra por marca y registro que tiene avalado, con lo que le interesa, a fin de aumentar sus cartera de clientes, ser permisivo con sus condiciones.
No se puede avalar lo más natural
Paradojicamente el origen más natural que es la recolección silvestre de plantas que crecen en su medio natural no se puede certificar. Solo se puede hacer con plantas de cultivo controlado.
No avalan calidad
La no inclusión de determinadas sustancias no avala la calidad. Al certificar solo la ausencia de productos tóxicos no indica que el producto posea una gran calidad, sino solo su inocuidad. No todo producto “no malo” es un producto bueno. Por ello,desde NaturalSensia llevamos una campaña a favor de la “cosmética con” y no de la “cosmética sin”.
Excesiva laxitud de algunos avales
Sorprende ver como algunos sellos como el de la Soil Association permiten sustancias tan polémicas como el fenoxietanol. O, como el Ecocert no obliga a sustituir el Lauryl sulfate por tensioactivos más suaves como el glucósido de coco.
Aún así, en NaturalSensia seguimos apostando por la cosmética certificada. Pensamos que es mejor que haya un organismo que vale el empleo de sustancias y procesos que se acercan a la naturaleza lo más cerca posible.
Con ello eviatremeos que existan marcas importantes y con gran volumen de ventas que no certifican sus productos para, según dicen ellos, no cobrar ese sobrecoste y que no lo hacen porque realmente ni siquiera cumplen con estos parámetros tan poco exigentes.