¿Qué es un desodorante?
Son productos destinados a combatir los efectos del sudor.
Pueden ser de tres tipos
- Antitranspirantes, estos impiden o reducen la secreción del sudor
- Desodorantes en si. Son cosméticos destinados a impedir, atenuar, enmascarar o eliminar el mal olor corporal, por evitar la acción de los microorganismos, la descomposición del sudor.
- Neutralizantes químicos Son los menos frecuentes y difíciles de encontrar en productos cosméticos. Son sustancias quelantes, que forman complejos o que adsorben el sudor. Este último caso es de las plantillas de carbón activo que se colocan dentro del calzado para eliminar el mal olor tipo Devor-olor®
Antitranspirantes
Llamados también antiperspirantes, poseen la ventaja de que además de eliminar el mal olor pueden reducir la cantidad de sudor, por lo que se pueden evitar las indeseables manchas, por limitar o suprimir la producción de sudor.
Este grupo se basa principalmente en las sales de aluminio (clorhidrato fundamentalmente) o de zirconio. Estas sales producen una ligera inflamación del canal sudoríparo y del folículo piloso que son las vías de excreción naturales del sudor, con lo que se disminuye el diámetro de la luz de los conductos con su correspondiente efecto astringente y de disminución de la secreción.
Además estas sales de aluminio poseen un marcado efecto antimicrobiano, por lo que también actúan por esa vía.
Las sales de aluminio están en entredicho por la capacidad que poseen para unirse con lo estrógenos femeninos, provocando cambios en su estructura espacial que se han relacionado con el cáncer de mama. También se han mencionado en otros estudios como desencadenantes de Alzheimer.
A este grupo pertenece la sal de alumbre que se describe detalladamente en otro artículo de este blog.
Antisépticos
Su misión es eliminar las bacterias que degradan el sudor y producen el olor.
Pueden ser de origen sintético o de origen natural. Los primeros son derivados halogenados, entre los que destaca el triclosan, los segundos contienen aceites esenciales cuyo poder antiséptico lo deben fundamentalmente al farnesol, y además presentan la ventaja de que el mismo aceite esncial perfuma el cuerpo.
En su formulación suelen contar con alcohol que además de reforzar el poder antiséptico proporcionan una sensación de frescor. En la cosmética convencional existe la tendencia a eliminar el etanol y sustituirlo por parafinas como las dimeticonas.