En este blog hablamos todos los días de formulaciones y de las composiciones de los cosméticos. Para ello nos referimos siempre al INCI.
Pero, ¿qué es es el INCI?
Estas siglas se refieren a International Nomenclature of Cosmetic Ingredients (Nomenclatura internacional de ingredientes cosméticos).
En cada producto debe aparecer todos y cada uno de los componentes de dicho cosmético en orden cuantitativo de mayor a menor.
Se emplean para describirlos nombres en inglés y en latín, empleándose los nombres botánicos en caso de los principios activos vegetales.
Historia del INCI
Fue creada en Estados Unidos en la década de los 70 por la CTFA (Cosmetic, Toiletry, and Fragrance Association) hoy llamada Personal Care Council que es el Consejo de fabricantes de productos de cuidado personal.
Su función era encontrar una nomenclatura única que permitiera identificar de manera inequívoca una composición de cualquier cosmético en cualquier parte del planeta y fue adoptado por muchos países desde entonces.
La UE impuso el empleo de dicha nomenclatura en 1998 para todos los cosméticos comercializados.
La agencia española del medicamento y productos sanitarios ofrece el listado completo del INCI en pdf
¿Cómo se lee una etiqueta INCI?
Ya hemos dicho que los componentes están ordenados de manera decreciente, así los que aparecen en primer lugar son los componentes mayoritarios, mientras que los que aparecen al final se encuentran en menor concentración.
No obstante, para una reacción tóxica o alérgica, no es necesario que exista una gran cantidad de producto. Es decir pequeñas cantidades de principio activo pueden desencadenar grandes reacciones y problemas. El ejemplo más claro es que los parabenes siempre los encontraremos en los últimos lugares y, sin embargo, pueden producir muchos trastornos.
Trucos para moverse en la selva de la etiqueta INCI
Lo primero es mirar la etiqueta en el producto, parece obvio
En Internet cada vez hay más páginas que venden productos supuestamente naturales y que no muestran el INCI para demostrarlo, se debe desconfiar si no aparece con toda claridad un listado completo de ingredientes
Si quieres que tu producto sea natural deberá existir en la etiqueta un gran número de nombres
linneanos, que indicará que existen muchos principios vegetales en su composición.
Tampoco la etiqueta INCI debe ser enorme, para que un producto sea bueno, lo ideal es que tenga pocas cosas, pero buenas.
Descartar los que tengan PEG, compuestos que tengan la sílaba -eth- porque son sustancias provenientes de la peligrosa química del etileno.
Cuidado con las parafinas y los demás derivados del petróleo.
También se deben evitar perfumes y compuestos como citral, limoneno, citronelol, etc que no provengan de aceites esenciales naturales, esto siempre se indica por un asterisco y su consiguiente “procedente de aceites esenciales”.
Los conservantes son otro motivo de preocupación, cada vez más gente rechaza los productos con parabenes, aunque siguen existiendo peligros como Phenoxyethanol.
Buscar cosmética certificada
Es una de las posibles alternativas de cara a evitar tóxicos. También acudir siempre a un centro especializado que te pueda aconsejar adecuadamente con rigor y sin alarmismos.