En días nublados no necesito protegerme
La radiación UV perniciosa atraviesa las nubes con lo que en días nublados también uno se debe aplicar protector. Para consultar el nivel de radiación solas y tomar con ello las medidas a adoptar se puede consultar la pagina web de la agencia de metereología.
Si no siento calor en la piel no me quemo
Los responsables de la elevación de la temperatura son los Infrarrojos, mientras que los que mayor daño cutáneo producen son los Ultra Violeta (UV-A relacionado con el melanoma y el UV-B con el fotoenvejecimiento). A veces pueden estar presentes los unos y lo otros no, por lo que se puede estar produciendo una lesión cutánea sin notar calor.
Se necesitan tejidos especiales para protegerse del sol
Una camiseta de algodón puede ser suficiente para proteger nuestra piel de daños. Todos tenemos la experiencia de la clásica marca de moreno cuando llegamos a la playa y existe una marcada diferencia entre las partes ya expuestas como los brazos y las que han estado cubiertas.
Los factores altos protegen mejor
Cada año apaecen nuevos productos factores de protección más alto, creando la falsa sensación de protección total contra las radiaciones solares.
Las diferencias son teóricas y no siempre llevan aparejados el nivel de protección que la gente puede creer. Un factor de de 15 protege de un 93% de las radiaciones, mientras que un FPS 50 lo hace en un 98%. Dicho de otra manera con un 15 podemos exponernos teóricamente 5 horas al sol de máxima intensidad, mientras que con un 5o podemos llegar a las 6 horas. El problema es que para alcanzar esas cifras tan altas de FPS in vitro se le han de añadir sustancias que perjudican notablemente nuestra piel
La Unión Europea ha tomado cartas en este asunto y va limitar este “viaje al Superfactor” permitiendo solo la protección “baja”, “media”, “alta” y “muy alta”. En Australia está prohibido ya vender cremas con un factor superior a 30 para evitar las falsas seguridades.
Lo que si es importante es aplicarse bien la crema, por todo el cuerpo y renovarla cada dos hora o más frecuente si se hace ejercicio o se baña uno.
Con la Crema de protección no me bronceo
Se lleva a cabo más lentamente, pero de manera mucho más segura.
Si no me he quemado nunca, no lo voy a hacer nunca
Existe el llamado capital solar que es la cantidad de sol que una persona puede tolerar en su vida. Es una cantidad que se agota, ya que depende de los melanocitos, que proceden directamente de células embrionarios, y que por tanto son finitas. Cuando uno ha consumido este capital queda desprotegido de la malignidad de los rayos solares. Por ello, aunque uno no se haya quemado nunca, no conviene tentar a la suerte y es preferible protegerse de manera adecuada.
Si ya me he quemado una vez en la temporada ya no me vuelvo a quemar.
La existencia de una quemadura solar no es una vacuna para la temporada completa. La piel que sale tras el eritrema no es más tolerante al sol, sino al contrario, por lo que requiere todavía más protección.