La piel es el órgano barrera entre el exterior y el interior de nuestro organismo.
Posee varias funciones y cuidarla es además de embellecerla y sanearla el posibilitar el mejor cumplimiento de estas funciones.
Las Funciones de la piel
Protección
La primera función y la que tiene por excelencia es la de defender de las agresiones externas.
Es una barrera que delimita lo exterior y lo interior:
- Evitando que penetren bacterias, y otros microorganismos. Para ello se vale de la capa hidrolipídica y su acidez.
Por ello se debe evitar la pérdida de este manto protector mediante agentes lavantes agresivos, (tensioactivos como los SLS).
- Por su impermeabilidad selectiva evita la penetración de peligrosas sustancias químicas.
Otra razón para cuidar la capa hidrolipídica.
- Amortiguando golpes y traumatismos, gracias a la grasa de la dermis y la hipodermis. También el pelo de la cabeza posee esa función.
- Impide la deshidratación y pérdida de agua, manteniendo así la homeostasis.
Está función no se debe ahogar. Y para ello hay que tener en cuenta que se atrofia cuando se emplean parafinas y siliconas.
- Es una protección efectiva contra la penetración de radiaciones como la de los UV solares.
En este caso siempre se deben acompañar de filtros físicos de los foto protectores para no agotar su capital solar.
Regulación
La piel es el órgano con mayor superficie de todo el organismo, por ello su capacidad para dispersar el calor es muy considerable, esta es la razón de que juegue un papel primordial en la termorregulación. A bajas temperaturas se produce una vasoconstricción que impide las pérdidas de calor, mientras que cuando la temperatura es elevada se produce una vasodilatación, efecto contrario, para aumentar la dispersión de calor. También la sudoración, al evaporarse “secuestra” calor del cuerpo y, con ello, enfría. Este mecanismo de regulación térmica se elimina cuando se emplean desodorantes antitranspirantes.
Transmisión de información
En la piel se encuentran numerosas terminaciones nerviosas, que nos aportan información. Con ella percibimos el tacto, el calor, la presión y el dolor.
Esta capacidad es la responsable de que las caricias nos estimulen y nos aporten seguridad, en el caso de la madre al bebé, o afectividad en el caso de la pareja.
También nuestra piel es un órgano de comunicación hacia el exterior. Así cuando nos ponemos pálidos por un susto o una sorpresa o rojos de ira, estamos transmitiendo información.
El buen aspecto de nuestra piel también habla de nuestro aspecto.
Metabolismo
En la piel también se forman sustancias como la vitamina D. Para llevarse a cabo esta síntesis ha de participar la luz.
También actúa como reservorio de sustancias grasas, vitaminas y otras.