La piel. Introducción
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. En un adulto sano, medio, abarca una superficie de unos dos metros cuadrados con un peso de unos cinco kilogramos. Posee un espesor variable que varía desde el medio milímetro de la piel de los párpados, hasta los más de cuatro milímetros de la piel de los talones.
Consta de tres capas, Hipodermis (o capa subcutánea), Dermis y Epidermis
Estructura de la piel
De fuera hacia adentro:
La Epidermis:
Es la zona más externa, por lo tanto es la más visible y la primera sobre la que actúa la cosmética natural.
Está recubierta por una capa hidrolipídica formada de sebo y sudor y que por su naturaleza ácida la protege y defiende de bacterias. Además esta película mantiene a la piel en su estado óptimo y es la responsable de su aspecto aterciopelado.
Si no se cuida esta emulsión, mediante el uso de agentes lavantes agresivos, (tensioactivos como los SLS) o se cubre de parafinas y siliconas se disminuirá o eliminará esa capacidad de barrera.
La epidermis formada por difrentes capas de células. Las mayoritarias son los queratinocitos que se forman en la capa basal o germinativa y van siendo empujadas por las sucesivas y contínuas mitosis. Las células de la piel se renuevan en su totalidad cada 28 días (lo mismo que la luna). A medida que van ascendiendo los queratinocitos hacia el exterior de la piel se van queratinizando, llegando a perder su núcleo y quedando al exterior una capa de células muertas que se desprenden en la llamada descamación. Esta es una manera de proteger nuestra piel y nuestro organismo de agresiones. Este proceso hace que a lo largo de una vida media se llegue a eliminar hasta 20 Kg. de células muertas.
En la capa basal, la más profunda, de la epidermis se encuentran además de las células germinativas que dan origen a los quertinocitos los melanocitos. Estos son las responsables de formar la melanina, pigmento que dota a la piel de su color y que está implicado en la protección natural frente al sol.
También hallamos en la epidermis las células de Langerhans encargadas de la defensa inmunitaria de la piel.
La epidermis presenta invaginaciones que dan lugar a los anexos de la piel como son las glándulas sudoríparas y los folículos pilosos.
La epidermis no está irrigada y solo recibe nutrientes desde el interior por mecanismo de difusión pasiva.
La Dermis:
De un milímetro está formada por tejido conectivo, fundamentalmente por fibras de colágeno (75% de ellas) y fibroblastos, células encargadas de sintetizar colágeno y elastina.
En nuestra piel se encuentran dos tipos de colágeno el soluble y el insoluble. Al avanzar en edad aumenta este segundo, menos elástico, con lo que la piel se hace menos flexible.
Las fibras de colágeno a partir de los 45 años comienzan a disminuir en número. En ellas se encuentra el ácido hialurónico sustancia higroscópica capaz de embeber agua, aumentar el estado de hidratación natural de la piel y de mejorar su turgencia, por tanto su belleza.
En la dermis se encuentran:
- terminaciones nerviosas sensibles, a la presión, al tacto, al dolor y a la temperatura.
- vasos sanguíneos, responsables de la nutrición de la piel y la termorregulación.
Es la capa responsable de la elasticidad de la piel.
Además se sitúan las bases de los folículos pilosos donde se encuentran las glándulas sebáceas responsables de excretar el sebo, sustancia protectora de la piel de naturaleza oleosa. También se hallan en la dermis las glándulas sudoríparas.
Es la capa donde se absorbe todo aquello que se aplique sobre la piel.
La Hipodermis:
La capa más profunda de la piel está formada por adipocitos, tractos fibrosos y vasos sanguíneos. Los adipocitos son células de grasa que poseen la función de proteger frente a golpes, termorregular y formar una reserva energética.
Realmente no existe una separacíon evidente entre dermis y capa subcutánea o hipodermis, sino una transición progresiva.
Estructuras anexas de la piel
Folículos pilosos
Es la raiz de cada cabello. En ella se forma por unión de aminoácidos el tallo del pelo. Se encuentran repartidas por toda piel del cuerpo con excepciones como son las palmas de manos, pies y los labios.
Está muy regulado por las hormonas, por lo que éstas juegan un papel primordial en el crecimiento y desarrollo del cabello.
Glándulas sebáceas
Acompaña a cada folículo piloso y están formadas por adipocitos. Segregan el sebo que nutre el pelo y que forma el manto ácido de la capa hidrolipídica
junto al sudor. Este sebo se compone de:
- Ceramidas 50 %
- Colesterol y sus derivados 25%
- Ácidos grasos libres 10%
- Escualeno 10%
- Fosfolípidos 5%
En varones es más abundante, por lo que tienden a padecer menos sequedad cutánea pero son más proclives al acné.
Glándulas sudoriparas
Existen dos tipos de glándulas secretoras de sudor:
- La apocrinas que están reguladas por la secreción hormonal, comenzando a funcionar tras la pubertad. Se localizan en las zonas genitales y axilas.
Estas son las que produccen el sudor que al ser degradado por bacterias presentan el característico mal olor, En ellas es donde actúan los desodorantes.
- Las exocrinas, aproximadamente unas tres millones, repartidas por toda la superfície corporal, especialmente palmas de manos y pies están inervadas.