A veces la vida acelerada de los padres les hace recurrir a productos para sus hijos pequeños, sin tomar mucha conciencia de los peligros en los que se puede incurrir.
Este es el caso de las toallitas que se emplean para limpiar el culito del bebé en cada retirada del pañal y que no están exentas de riesgos como declara la propia Organización de Consumidores.
Peligros de las toallitas para bebés
Por el propio uso
El paquete de toallitas es un medio húmedo que queda a temperatura ambiente en la habitación del bebé. Se convierte así un caldo de cultivo ideal para la proliferación de bacterias y otros microorganismos.
En ocasiones, algunos padres llevan las toallitas en la bolsa del carrito o silla de paseo. En verano y dentro de esas bolsas plastificadas se pueden alcanzar altas temperaturas. Esto acelera la descomposición de muchas sustancias que se encuentran en las toallitas y, además, acelera el ritmo de crecimiento de proliferación de microorganismos.
Se debe tener en cuenta que tras cada cambio de pañal se mete la mano en el paquete, una o varias veces. Esas manos acaban de estar en contacto con las heces del bebé y por lo tanto, contaminadas. Por más cuidado que se tenga siempre se toca alguna de las toallas que no se van a usar y que quedan en el paquete, creando así un foco de infección.
Con las toallitas existe también el riesgo, aunque remoto, de ingestión accidental de alguna toallita por parte del bebé.
Por la zona de aplicación
La mucosa anal de los bebés es una zona que presenta alta absorción. Los niños pequeños poseen una gran capacidad para asimilar sustancias en su plexo rectal. De ahí que se emplee esa vía para la administración de muchos medicamentos en forma de supositorios, hecho que no ocurre ya en la fase adulta.
Por este hecho esta zona puede ser la vía de entrada de sustancias tóxicas, como los que se describen en el artículo más adelante. Esta es una de las razones por las que no se debe desestimar, ni despreciar, el problema de la toxicidad de las toallitas.
Además el pañal pasa tantas horas en contacto con la piel del bebé que les impide la transpiración llevándola, incluso, hasta la maceración.
Por su composición
A continuación se van a describir los compuestos peligrosos que se pueden encontrar en muchas toallitas de bebé. Desde aquí, recomendamos que al leer el artículo y si se tiene a mano un paquete de toallitas se busque el INCI y se compruebe si estos ingredientes se encuentran en su composición.
Conservantes
Para evitar esta contaminación, antes descrita, se les añaden grandes cantidades de conservantes que evitan la proliferación de bacterias pero que pueden causar dermatitis y alergias.
En la composicíon de las toallitas de las marcas más vendidas se pueden hallar los famosos parabenos y el fenoxietanol.
Esta última sustancia (también llamada Phenoxyethanol) resulta tan peligrosa, como los parabenes, aunque sus riesgos se encuentren mucho menos difundidos. Por ello, se está retirando en Francia de este tipo de productos. En España, por desgracia, se encuentra, prácticamente omnipresente en todas las toallitas.
Tensioactivos
Los tensioactivos son las sustancias lavantes que ha de llevar la toallita para poder eliminar la suciedad. En una gran mayoría de las toallitas se encuentran presentes el Lauryl o el Laureth sódico, con los siguientes problemas de sensibilización, de alergias y de cambios de permeabilidad, afectando a la capacidad de barrera de la piel.
También se encuentran en alta concentración los Polietilenglicoles o PEG de cuyos peligros ya se ha hablado en este blog.
Otros ingredientes tóxicos
En la mayoría de las toallitas se halla también el EDTA. Esta sustancia no solo es tóxica per sé, sino que cambia la permeabilidad de la piel haciéndola mucho más vulnerable a la penetración de sustancias. Si esto ocurre en la zona del pañal que se encuentra permanentemente macerada y con presencia de materia fecal, ello lo hace otra sustancia, potencialmente dañina, a evitar.
Las toallitas han de contrarrestar el mal olor que desprenden las heces, por lo que se les añade una alta dosis de perfume y fragancias artificiales. Estos perfumes indeterminados y que no es necesario explicitar en el INCI son otra posible fuente de peligro para la salud del lactante.
También contienen Dimeticona una silicona que deja una engañosa sensación de piel hidratada en el culito del bebé.
Además de lo anteriormente descrito hay que prestar especial atención a algunos ingredientes con nombres de fantasía registrados, que se encuentran y cuyos riesgos se desconocen.
Peligros para el medioambiente
Muchos de los ingredientes antes mencionados son bioacumulables con lo que el riesgo no se limita al culito del bebé, sino que en su proceso de eliminación acaban perjudicando el medio ambiente.
Alternativas a las toallitas para bebés
Limpieza con agua y esponja
Para la salud del recién nacido lo mejor es recurrir a la vieja costumbre de las madres y abuelas y hacer el cambio de pañal ayudándose de una palangana llena de agua tibia, una esponja (de origen natural) y unas gotas de jabón por supuesto, de cosmética natural para que no tenga ninguna sustancia que pueda dañar la delicada piel del bebé.
Aguas limpiadoras
También existen Aguas limpiadoras que permiten el aseo del bebé sin necesidad de agua.
Las toallitas
Cuando el cambio de pañal se produce fuera de casa, pueden resultar muy prácticas las toallitas. Para estas ocasiones se puede recurrir a toallitas que no contengan sustancias perjudiciales para el bebé ni para el medio ambiente.
Desde NaturalSensia se aconseja que estas toallitas se limiten a esas ocasiones en las que uno se encuentre desplazado y que en casa se emplee la palangana con agua tibia y el jabón natural con la esponja natural.
Y después
Es muy importante, que tras el aseo del bebé, se seque cuidadosamente su culito con el fin de evitar alteraciones y problemas de esa zona. En caso de irritación de la piel, típica en la salida de los primeros dientes, siempre se pueden emplear cremas para el cambio del pañal.