En este blog ya se ha hablado alguna vez de la caducidad de un cosmético.
Es un tema de suma importancia en cosmética natural y ecológica, por llevar ésta menos conservantes que la cosmética convencional y suscitar, por ello, más preguntas.
¿Por qué caduca un cosmético natural?
Un cosmético natural es una fórmula de sustancias generalmente de origen vegetal que se han mezclado para mejorar el estado de la piel. Esos principios activos pueden degradarse con el tiempo. Además la propia fórmula se deteriora con el devenir y pierde sus propiedades cosméticas y terapéuticas.
¿Qué le ocurre a las diferentes sustancias que forman un cosmético para que éste caduque?
Una crema se compone de dos fases una acuosa, otra oleosa o grasa y una tercera sustancia que es el emulgente que permite que ambas se mezclen creando la crema, la loción, la emulsión o la forma galénica que sea.
Con el tiempo en cada una de ella ocurren procesos diferentes que llevan al cosmético a perder sus propiedades.
Estas modificaciones y degradaciones pueden existir en el envase intacto, es decir, salido de la fábrica independientemente de que se emplee o no. El periodo en el que la crema permanece inalterada sin ser abierta para su consumo viene determinado por la fecha de caducidad.
Cuando se abre el envase aumenta la velocidad de degradación de una crema, por contaminación, por contacto con el aire que lleva a la oxidación, por cambios térmicos, etc. Y esto lo marca el periodo de apertura (PAO).
En este símbolo encontramos el número de meses que un cosmético puede ser utilizado desde que se le abrió por primera vez.
Las grasas
En la fase lipofílica se encuentran las sustancias grasas. Con el tiempo éstas pueden hidrolizarse liberándose los ácidos grasos y los triglicéridos. Cuando los ácidos grasos presentan un doble enlace este se puede oxidar, formando peróxidos e hidroperóxidos compuestos tóxicos para la piel.
Este proceso hace que el aceite pierda sus propiedades organolépticas, adquiriendo el característico olor a rancio que todos conocemos. Además cambian de color. A nivel dermatológico pierden sus propiedades de protección y, en el caso de algunos aceites se convierten en irritantes.
Los aceites esenciales
Estas sustancias se emplean como conservantes, como aromatizantes, por sus propiedades antisépticas ya que son potentes antibacterianos y por capacidad para despertar diferentes emociones. Sin embargo, parte de su valor radica en su capacidad para distribuirse por el ambiente, por su alta volatilidad, y eso hace también que sean fútiles y por tanto que con el tiempo disminuyan su concentración hasta desaparecer.
Los antioxidantes
Algunas sustancias naturales tienen la propiedad de evitar la oxidación química. Por ello, se emplean para evitar el enranciamiento de las grasas antes descrito. Además estos antioxidantes evitan el envejecimiento de la piel producido por los radicales libres.
Los Emulgentes
Los emulgentes o tensioactivos tienen como función unir la fase acuosa y la oleosa inmiscibles sin ellos.
Con el tiempo pierden eficacia y pueden dejar de actuar y entonces la crema se separa en dos fases, es decir se corta, similar a la mayonesa.
La contaminación química y bacteriana
En el momento que un envase de cosmético se abre desaparece su protección y queda expuesto a todas las posibles fuentes de contaminación.
El aire, en concreto, el oxígeno que este contiene, puede producir oxidaciones, la que más frecuente y que suele afectar a las cremas ya se ha mencionado y es el enrancimiento de las grasas. Además otras sustancias pierden su acción protectora como son los antioxidantes.
Pero la contaminación más frecuente y más notoria es la bacteriana. Al aplicar una crema, más si esta viene en tarro, el cosmético entra en contacto con las manos y, con ello con las bacterias que habitan de manera habitual en ellas.
Las bacterias degradan las propiedades de la crema modificando su composición, por ello es por lo que se emplean conservantes de la crema.
Es importante recalcar que las bacterias viven en el medio acuoso de la crema.
El calor y los cambios de temperatura
Algunos cosméticos quedan expuestos a altas temperaturas y a modificaciones térmicas que aumentan la velocidad de degradación de sus propiedades por acelerarse la oxidación o por aumentar la contaminación bacteriana.
El caso más claro de la exposición al sol y al calor es el de los fotoprotectores. Estos se llevan muchas veces a la playa dejándolos expuestos a las radiaciones y al calor. Por ello su vida una vez abierto en estas condiciones se ha de acortar.
¿Caduca antes un cosmético natural que uno convencional?
En principio podría parecer que si, a tenor de que tienen menos conservantes. Aunque se podría responder lo contrario dándole la vuelta, caducan más tarde y por eso llevan menos conservantes en su formulación.
La clave radica en la cantidad que lleva mucho menor porcentaje de agua, medio en el que crecen y proliferan los microorganismos que degradan un cosmético.
En ocasiones los cosméticos convencionales tienen una infinidad de sustancias, en muchas de las cuales apenas se tiene experiencia. Por tanto, en envases que lleven mucho tiempo se pueden producir reacciones entre estos componentes de síntesis y crearse moléculas de alta toxicidad. Desgraciadamente no sería la primera vez.
Además también es falsa la creencia de que un cosmético no lleva conservantes. Los aceites esenciales actúan impidiendo el crecimiento bacteriano, al igual que el sorbato potásico.
Un cosmético natural debe ser custodiado en un lugar fresco y seco y sin luz para mantenerlo inalterado el máximo tiempo posible.