Aunque NaturalSensia es un blog de cosmética natural, hoy vamos a abordar el sentido del tacto. Pocas cosas hay tan relacionadas con la cosmética, con el bébé como el sentido del tacto.

Sentido del tacto Visión antroposófica

En el presente artículo vamos a abordar la visión antroposófica que Rudolf Steiner aportó en relación con los sentidos, en concreto, con el sentido del tacto. Para ello, nos vamos a basar en el libro del Dr. Mauricio Baldissin “Antroposofía y Neurociencia” de IAO Arte Editorial.

La antroposofía

Ya se ha hablado alguna vez en este blog de la antroposofía, filososofía que sustenta a los laboratorios Weleda y a los laboratorios Wala, titulares de la marca Dr Hauschka.

Los doce sentidos

Una de las originales aportaciones de la antroposofía radica en ampliar a doce, los sentidos de los que dispone el ser humano, aunque, habitualmente, se habla sólo de los cinco sentidos tacto, olfato, gusto, vista y oído.

En el orden en que se desarrollan a lo largo de la vida, los doce sentidos son los siguientes:

 Sentido del tacto

Comenzamos por el sentido del tacto, el sentido que desarrollamos en profundidad en el presente artículo, y que ahora únicamente enunciamos.

 Sentido Vital

El sentido vital nos informa de cómo se encuentra nuestro organismo, su estado de salud, etc.

 Sentido del movimiento

El sentido del movimiento nos informa de los movimientos de nuestro propio cuerpo.

 Sentido del equilibrio

El sentido del equilibrio nos aporta la percepción de nuestro cuerpo en el espacio.

Los clásicos Sentidos de Vista, gusto y olfato

Los sentidos de la vista, el gusto y el olfato son aquellos que nos informan del mundo que nos rodea. A ellos, sin embargo, Steiner añade uno más:  el sentido del calor.

 Sentido del Calor

El sentido del calor es aquél por el cuál se percibe la temperatura. Dicho sentido se separa del tacto.

 Sentido del sonido

La antroposofía divide el sentido del oído en dos. Así, se habla, por un lado, del sentido del sonido, que sirve para oír los sonido no producidos por la voz humana, y, por otro lado, del sentido de la palabra ajena.

 Sentido de la palabra ajena

El sentido de la palabra ajena nos permite escuchar lo que otra persona está diciendo y nos ayuda a evaluar.

 Sentido del pensamiento ajeno

El sentido del pensamiento ajeno constituye una prolongación del sentido anterior de la palabra ajena, y que, a su vez, culmina en el sentido del Yo ajeno.

 Sentido del Yo ajeno

El sentido del Yo ajeno, por último, nos permite percibir al otro en toda su integridad.

Sentido del tacto

Haciendo especial hincapié en el presente artículo sobre el tacto, diremos que éste es el primer sentido que, desde el nacimiento, se desarrolla en la vida del ser humano.

Desde el punto de vista de la antroposofía, a través del tacto se producen modificaciones en nosotros mediante el objeto con el que entramos en contacto. Sirvan de ejemplo las deformaciones producidas en nuestra mano al recibir un balonazo.

Lo que aporta el tacto

El tacto nos aporta seguridad y confianza en la vida.

Al ser el tacto el primero de los sentidos que desarrollamos y, teniendo en cuenta la confianza que recibimos al ser tocados cuando acabamos de venir al mundo, queremos hacer hincapié en la importancia de los masajes a los bebés.

Cada vez existen más estudios que demuestran el mejor desarrollo de aquellos bebés que, en periodos prolongados en incubadora, han sido acariciados, frente a aquellos que no lo fueron.

El tacto, como trabajo de la percepción en la frontera corporal, aporta seguridad emocional y confianza al ser humano.

Además de ello, y en otro nivel de experiencia, la persona que convive con un animal sabe que acariciando a su mascota puede llegar a experimentar, en determinados momentos, una unión plena con el animal. Ello trasciende, evidentemente, el simple roce físico, pues viene de mucho más allá.

Rudolf Steiner le daba tanta importancia a este sentido, como sentido de comunicación y trascendencia, que dijo que sin el sentido del tacto no tendríamos conciencia de Dios, ni podríamos ser personas espirituales ni religiosas.

Con ello parece evidente el beneficio de rozar y acariciar a los bebés mediante masajes. Y de hecho, algunos problemas que se manifiestan durante la infancia, incluso en la edad adulta, provienen de esta falta de contacto físico del que hayan podido adolecer los bebés.

Tacto y cosmética

Para poder disfrutar de todo el maravilloso mundo que nos ofrece este sentido lo mejor estimularlo.

Masajes de los bebés

Ya arriba hemos mencionado los beneficios que reporta un masaje a un bebé, beneficios que van más allá, incluso, de las maravillosas sensaciones en el bebé que lo recibe y en el padre o la madre que lo está dando. Así, no sólo favorece el desarrollo del bebé, sino que crea un vínculo especial que permanecerá a lo largo de toda la vida.

La importancia de las caricias

También las caricias de una persona querida y/o  nuestra pareja aportan calor, presencia, entrega y amor.

Esa sensación de unión y amor, puede todavía resultar más placentera si activamos otros sentidos como el del olfato (sentido que va directamente al sistema límbico, zona de la satisfacción cerebral), empleando aceites corporales naturales perfumados, como el de granada.

Tacto en la autoaplicación de cremas de cosmética natural

Ya hemos contado en este blog que la cosmética natural es una cosmética sensorial y emocionante, implicando a muchos sentidos, entre los que se encuentra el tacto. En ese contexto, es bueno no perder de vista la propia percepción a través del tacto.

Así, resulta un placer sentir la suavidad de una crema en nuestra cara, aplicar un aceite sobre nuestra piel, o limpiarla en profundidad. Esa sensación de piel limpia también se encuentra muy vinculada al sentido del tacto.

Desde este blog os invitamos a hacer uso de la cosmética natural con consciencia, es decir, implicando a todos nuestros sentidos, y, en última instancia, a todo nuestro ser.