En ocasiones la cosmética natural puede enfrentarse con la tecnología viéndose como conceptos antagónicos. Pero no siempre la tecnología está en contraposición con lo natural.
Beneficios de la tecnología en cosmética natural
Análisis de calidad
Tras cosechar resulta conveniente hacer un análisis de la planta recogida con el fin de poder poner de manifiesto la cantidad del principio activo que se encuentra en lo cultivado.
A veces estos componentes se encuentran en pequeña proporción en la planta de procedencia. Este es el caso de los alcaloides o de los aceites esenciales. Este tipo de sustancias no son imprescindibles para el desarrollo de la planta, por lo que solo los forma el vegetal cuando se cultivan en las mejores condiciones, es decir, evitando crecimientos acelerados mediante fertilización y solo cuando el desarrollo de la planta ha sido pleno. Cuando se forman, lo hacen en pequeñas cantidades. Por ello se necesitan técnicas cada vez más sofisticadas para poder precisar su proporción.
Los resultados no siempre son homogéneos a lo largo de los años. Ya sea por las condiciones climáticas o por otras circunstancias, pero conviene determinar con exactitud la cantidad de principio activo. Cuando se lleva a cabo este estudio multianual se puede llegar a evaluar cuál es la mejor época de recogida, la mejor hora, el mejor día del mes, el mejor método de recogida, etc. Además se puede estudiar cómo debe conservarse el principal activo de cara a minimizar sus pérdidas. Con ello en los laboratorios Dr. Hauschka, por ejemplo, establecen sus calendarios de recogida y tienen experiencias de como pequeñas modificaciones en esas rutinas pueden variar sustancialmente el resultado obtenido.
Conservación de los cosméticos
La tecnología permite conservar las plantas de manera óptima y minimizar la pérdida o degradación de sus ingredientes cosméticos activos.
También la tecnología ha permitido el desarrollo de recipientes que conservan mejor el producto. Así se ha logrado el envasado de los cosméticos terminados en atmósferas inertes y en frascos con válvulas “airless” que mantienen la crema o loción evitando su alteración con el paso del tiempo, en otras ocasiones se pueden emplear ampollas individuales, como la foto que acompaña este artículo. También la investigación ha desarrollado envases, como el que emplea Saper que también aúna artesanía con tecnología, es a base de vidrio violeta “Miron Violet Glass” que bloquea el espectro de la luz visible que destruye los productos.
Análisis de los efectos de los cosméticos sobre la piel
La tecnología también ha permitido desarrollar aparatos e instrumental capaz de medir el estado de salud de la piel hasta las capas más profundas.
Con ello se puede medir el estado de hidratación de una piel antes y después de la aplicación de un cosmético y poder ponderar así la eficacia de una crema.
Cuando no se debe admitir la tecnología en la auténtica cosmética natural
A veces la frontera resulta tenue.
Desde luego donde resulta claro es
Ingeniería genética
Ningún producto que quiera declararse natural puede haberse obtenido mediante manipulación genética. Los efectos negativos de esta técnica en su mayor parte se desconocen pero se intuyen muy peligrosos y, desde luego, se sitúan en las antípodas de lo natural. Se debe tener cuidado en todos aquellos productos que contengan soja, que no estén certificados y que no especifiquen que el origen de este vegetal no sea por organismos modidificados genéticamente.
Técnicas de conservación
No solo los conservantes de síntesis son peligrosos. Algunos cosméticos o ingredientes han sido radiados como método “moderno y eficaz” de preservación.
Tecnología que tenga que ver con los ensayos con animales
Por supuesto, que otra tecnología que no se puede admitir es aquella que maltrate a animales para desarrollarse.
No se debe rechazar la tecnología puesto que puede ser un punto importante de ayuda en el desarrollo de la cosmética natural, pero siempre se debe ser crítico con que el desarrollo mantenga los criterios básicos de la cosmética natural.