El otro día en un debate sobre cosmética natural, nos encontramos con un planteamiento que nos llevó a reflexionar profundamente.
Una persona nos preguntó porqué “demonizábamos” el petróleo en las cremas, si era una sustancia natural, como las plantas, ya que en algunas cremas de cosmética natural se emplean arcillas y lodos.
Creemos que la pregunta es interesante porque requiere una respuesta separada argumentada y sosegada:
La cosmética convencional emplea productos refinados del petróleo
En las cremas de cosmética convencional, no natural, ya sean de droguería, de perfumería, de farmacia; de alto o bajo precio se pueden encontrar derivados del petróleo.
Se encuentran en los cosméticos con el nombre de parafina, paraffinum liquidum, petrolatum, entre otras denominaciones.
Ya no son naturales
Estos principios activos han de obtenerse en una refinería sometiendo al crudo procedente de las profundidades de la tierra a altas temperaturas para destilarlo.
Desde luego esta materia prima si se puede considerar natural en algún momento, queda muy alejada de ese concepto natural cuando se han empleado métodos tan agresivos para ser extraídos.
Son perjudiciales para la piel
Ya se ha hablado de esto en varios artículos de nuestro blog como el “¿Por qué no se deben emplear los derivados del petróleo?”, pero volveremos a resumir:
No hidratan ni nutren
Aunque en un principio pueda dejar una sensación tramposa de piel humectada, esta sensación se debe a que al cerrar la parafina los poros, se obstruye la capacidad de transpirar y con ello se minimiza la cantidad de agua que evapora la piel.
Mantenidos sobre la piel pueden llegar a imposibilitar su detoxificación
Al evitar esa posibilidad de eliminar tóxicos, ya que las vías están oclusionadas, las sustancias de desecho del metabolismo cutáneo quedan en el interior y la piel va quedando dañada. Por eso pueden llegar a ser comedogénicos y producir acné.
Se emplean en productos infantiles
Lo inaudito es que este tipo de ingredientes se emplean, sobre todo, en productos destinados a las débiles pieles de los bebés, que, en ocasiones, y por inmadurez carecen de mecanismos de defensa.
Además son contaminantes
No son biodegradables.
No parece a simple vista que lo que aplicamos en forma de crema facial pueda llegar a ser un problema ecológico. Pero como este tipo de sustancias no se absorben acaban yéndose por el sumidero. Si multiplicamos los millones de personas que se aplican crema, al final obtenemos una cantidad no despreciable de sustancias contaminantes vertidas a los ríos.
No son ingredientes vivos
Este punto es algo más filosófico y no por ello menos importante.
El petróleo es un compuesto orgánico fósil procedente de sedimentos de plantas y animales muertos hace una gran cantidad de milenios.
Algo tan muerto no puede aportarle vida y frescura a la piel necesitada de vivificarse y, mucho menos puede despertar fuerzas autocurativas y autoregeneradoras dérmicas.
Buena explicación, clara y concisa!! Buen trabajo