La caspa:
En otro anterior artículo de este blog ya se trató de la caspa, de su naturaleza y de su origen.
La caspa es una descamación excesiva del cuero cabelludo que aunque no sea grave, en cuanto a su patología, sí puede llegar a serlo en cuanto a sus antiestéticas consecuencias.
Causas de la caspa.
Intervienen varios factores que han de darse:
Presencia de microorganismos
La presencia del hongo Pityrosporum ovale. Se ha demostrado que la eliminación de este microorganismo hace desaparecer el problema.
Aceleración de la mitosis
Está comprobado que en la caspa el ciclo de vida de las células epiteliales del cuero cabelludo que suele rondar los 28 días se recorta llegando hasta siete o diez.
Esta hiperproliferación produce una mayor cantidad de piel y además en un estado bastante más inmaduro: Como consecuencia resulta más fácil que se descame formando las partículas de piel que se desprenden en el caso de la caspa seca o formando las costras.
Esta aceleración es muy sensible al estado de los nervios. Por ello, se puede decir que la caspa es tan reactiva a situaciones estresantes manifestándose un agravamiento en el caso de una situación de tensión.
Exceso de grasa
Esto solo se da en el caso de la caspa grasa, que es aquella que no cae sobre los hombros sino que se queda adherida al cuero cabelludo y a la fibra capilar.
La hiperseborrea suele complicar el problema de la caspa, por lo que también conviene regular ese exceso de grasa de cara a minimizar el problema.
Tratamiento anticaspa.
Fundamentos en la eliminación de la caspa.
Como el origen de la caspa es multifactorial, pero se requiere la presencia de estos desencadenantes, el tratamiento debe ir dirigido a la eliminación de cualquiera de esos factores, por tanto se emplean champús con:
Antisépticos
Eliminan los microorganismos como el Pityrosporum ovale que se encuentran detrás de este problema.
Antimitóticos
Enlentecen la replicación celular.
Queratinolíticos
Facilitan el desprendimiento de las escamas de caspa que está cerca de caerse, al mismo tiempo facilitan la penetración de otros principios activos.
Sustancias anticaspa de la cosmética convencional.
Difenoles halogenados
Son uno de los grupos de antisépticos más empleados en los champús. El máximo representante de este grupo es el triclosán, cuyos peligros ya se pusieron de manifiesto en este blog.
Derivados del Cinc
Aunque se ha usado el Undecilenato de cinc, actualmente el que más se emplea es Piritionato de Zinc por su efectividad como queratolítico y antiséptico. Puede resultar irritante para el cuero cabelludo. Además con algunas variaciones de pH precipita en una sal insoluble (Piritionato sódico) que puede resultar tóxica.
Piroctona-olamina u Octopirox
Muy activa como antiséptico y queratolítico es un derivado de la etanolamina, a cuya toxicidad ya se le ha dedicado espacio en este blog.
Derivados de los azoles
El más formulado es el Ketoconazol, aunque es de prescripción médica su uso está ampliamente extendido.
Es irritante para la piel, y puede actuar como disruptor endocrino.
Sulfatos
El Lauryl y Laureth Sulfato sódico se emplean en la mayor parte de los champús como tensioactivos, espumantes y bases lavantes. Su peligrosidad es de sobra conocida.
Breas
Durante mucho tiempo se emplearon las breas de hulla por su eficacia para combatir la caspa. Este es un producto intermedio en la formación natural del carbón y el problema es que puede producir mutaciones genéticas. Además resulta irritante por lo que no se puede aplicar sobre pieles irritadas y lesionadas, algo muy típico en la caspa. Por último es fotosensibilizante.
Sustancias anticaspa de la cosmética natural
En la cosmética natural se encuentran principios activos eficaces y mucho más tolerables para combatir este antiestético problema.
Aceites esenciales
La mayor parte de los aceites esenciales actúan como antisépticos. Hay que destacar el aceite de árbol de té que se emplea unido a muchos champús como antipiojos, pero que también puede extender su capacidad como antiséptico generalizado, combatiendo el Pityrosporum ovale.
Otro aceite esencial es el de laurel que se formula junto al aceite de oliva en el jabón de Alepo y que empleado para lavar la cabeza elimina la caspa de manera radical en apenas un par de semanas.
Los aceites esenciales de romero y lavanda además de su poder antimicóticos mejoran la circulación capilar por lo que se pueden emplear en lociones anticaspa.
Aceite de enebro
El aceite extraído de este árbol es un líquido amarillento de fuerte olor balsámico y a ahumado rico en compuestos terpénicos como el pineno y fenólicos como el p-cresol, muy activos en el caso de las descamaciones.
Neem o Nim
De las hojas y semillas de este árbol sagrado venerado en la India se obtiene un extracto que actúa como un potente antiséptico, eliminando microorganismos causantes de la caspa. Esto es así gracias a que en su composición encontramos terpenos como la azadiractina.
Además de la eficacia anticaspa, también resulta ideal como fortalecedor de cabello porque actúa como estimulante en la formación de la queratina.