Cada vez hay más gente que no emplea derivados del petróleo en sus cosméticos. Ya es un hecho que la gente sabe que aunque se disfracen de aceites minerales o los llamen parafinas son ingredientes peligrosos:
¿Por qué no se deben usar derivados del petróleo en las cremas?
La parafina es una mezcla de hidrocarburos pesados (alcanos) procedente de la química del petróleo.Por su estabilidad y su bajo precio, 10 veces menos que un aceite de Jojoba, se han ido incorporando a muchos productos cosméticos y de higiene diaria.
Dan a la piel una falsa sensación de hidratación y suavidad
Crea una película que da a la piel una sensación ficticia de hidratación y suavidad algo aprecido a si aplicáramos un guante muy fino de plástico. Esta capa impide la transpiración de la piel y la eliminación de agua. Sin embargo, debilita la piel y esta sensación de falsa hidratación es pasajera, causando un efecto rebote, que hace que se requiera cada vez más continuamente aplicar ese “tapón”sobre la piel.
Esta experiencia la han sufrido muchas personas que se han habituado a aplicar vaselina en sus labios, que los notan cada vez más resecos y que requieren poner en su labios vaselina de manera contínua, hasta llegar a sufrir una dependencia.
Impide el normal metabolismo de la piel
Tapa los poros con lo que la piel no puede usar su mecanismo normal de excreción de sustancias tóxicas., esto hace que se puedan producir irritaciones, acné, etc.
Además al no respirar por tener los poros cubiertos la piel ve alterado su metabolismo y se produce un envejecimiento acelerado.
Por esta misma razón puede producir alergias y puede exacerbar reacciones a otros alergenos que permanecen más tiempo en la piel.
No se metaboliza
Esta estabilidad que para los fabricantes resulta una ventaja, para nuestra piel supone un grave inconveniente, dado que no puede eliminar una sustancia que le está resultando perjudicial.
Este ingrediente inerte que queda adherido a la piel se elimina solo a través del agua, arrastrándose en nuestra ducha, cuando nos bañamos en un río o en el mar, etc; lo que supone otra manera de vertido contaminate que altera nuestro planeta.
Destruye el manto lipídico de la piel
El protector natural, manto ácido y lipídico de la piel quedan alterados por ser arrratrados por estas sustancia indestuctrible.
Otros disolventes procedentes también de la química del petróleo
Además de la parafina que nos la podemos encontrar con diferentes nombres como mineral oil, paraffinum, petrolatum, etc en el INCI podemos encontrar más derivaos de aceites minerales, como los Isoporpilos que son peligrosos para la piel.
Los laboratorios conscientes de la mala fama merecida de la parafina la han sustituido por siliconas como la simeticona o dimeticona. Estas presentan los mismos efectos secundarios de la parafina y no aportan a las formulaciones que las contienen ninguna ventaja terapéutica.
Fase de adaptación a la cosmética natural
Muchas personas que conscientes de los riesgos en sus productos de higiene diaria deciden “convertirse” a la cosmética natural padecen en las primeras semanas una sequedad cutánea que achacan al nuevo producto.
Esta se debe a la destrucción que han sufrido de su manto hidrolipídico y a la ausencia de sustancias que taponen la piel creando esa falsa sensación de hidratación en las cremas con derivados del petróleo.
En poco tiempo este problema se resuelve al poco tiempo ya que los aceites vegetales con los que se formula la cosmética natural nutren la piel y la regeneran