Legislación de la experimentación animal en la UE
Según la Directiva sobre cosméticos 76/768/CEE del Consejo, de 27 de julio de 1976:
Desde septiembre de 2004 se ha prohibido en todo el espacio de la Unión Europa la experimentación con animales y cosméticos preparados.
Desde marzo del 2009 también está prohibido en la UE la experimentación de ingredientes o combinaciones de estos.es que hasta
El problema es que hasta marzo del 2013 si se pueden comercializar productos cuyos ingredientes si se hayan testado en animales en terceros países.
Además existían tres excepciones.
Toxicidad de dosis repetidas
En la que a los animales de experimentación (conejos o ratas) se les obliga a ingerir, inhalar o se les aplica sobre su piel desnuda, cosméticos para investigar su reacción. A algunos de ellos se les sacrifica para llevar a cabo posteriormente estudios postmorten que certifiquen la toxicidad o carcinogénesis de un producto.
Pruebas de teratogeneidad
A hembras preñadas, ratas o conejas se las obliga a ingerir cosméticos para después ver el efecto de esas sustancias en el feto.
Cinética
También se sacrifican animales a los que se les ha obligado a ingerir grandes cantidades de cosméticos para poder comprobar la distribución de estos en los diferentes órganos
Según la Coalición Europea para cabar con la experimentación animal se emplearon en la UE en el año 2008:
- 21.315 perros
- 333.213 conejos
- 754.485 pajaros
- 9.569 monos
Alternativas a la experimentación animal
Experimentación con cultivos celulares
Estos ensayos ponen de manifiesto la capacidad mutagénica o para provocar cáncer de una sustancia.
Ensayos en modelos de tejidos
Como el Episkin que es un cultivo de queartinocitos en colágeno que sirven para simular las condiciones cutáneas.
Otros sistemas
Existen redes de chips, que están todavía en experimentación, pero que pueden predecir perfactamente la reacción de la piel a un compuesto
¿Qué se puede hacer?
No consumir cosméticos que hayan sido testados en animales.
Puede tener la seguridad de quie los productos que cuentan con certificados como el BDIH, Ecocert, Na-True, etc no experimentan con animales. Aunque sus productos siempre han sido estudiados y evaluados en su toxicidad y actividad por dermatólogos, alergólogos y farmacéuticos.
Firmar en contra de este tipo de trato a los animales y decir que no a la crueldad cosmética