Desde una tien
da que se dedica a la venta de cosmética natural, evidentemente vamos a responder que no. Pero vamos a tratar de argumentarlo contundentemente:
Es más sana
No contiene sustancias que puedan producir problemas de salud, ya sean por ser tóxicas o por ser alergénicas. El hecho de no contar en su composición con parabenes, derivados del petróleos, siliconas formaldehidos, fenoxietanol, etc , hacen que se mucho más segura.
Se basa en tratar la piel para mejorar su estado de salud, puesto que una piel sana es una piel bella.
Es más efectiva
Cada vez más personas se están pasando a la cosmética natural. Esto no es solo por que está exenta de riesgos, sino porque también han comprobado su eficacia.
Los principios activos antioxidantes, regenerantes estimulan las capacidades curativas que la piel posee.
No sustituyen sustancias que faltan, sino que ayudan a la piel a volver a sintetizarlas.
Hidratan la piel al introducir agua en las capas más profundas de la piel y no evitando la transpiración al por ocluir los poros como hacen las siliconas y derivados del petróleo.
Cunde más
Siendo los dos argumentos anteriores de gran peso, este es el que hace que esta cosmética sea realmente más barata. Todo el que haya probado cosmética natural alguna vez, sabe que con una porción mucho menor de ella que de cosmética convencional, se consigue un mucho mejo efecto. Por tanto, un envase dura mucho más.
Esto se debe básicamente a que contienen menos agua, ya que además no llevan tensioactivos sintéticos.
Es mucho menos cara para el planeta
Con cultivos ecológicos, socialmente sostenibles, procesos de fabricación controlados, envases reciclables, etc; la cosmética natural resulta menos gravosa y dañina para nuestro planeta que la contaminante industria cosmética a base de derivados del petróleo, llena de conservantes.
Conclusión
A veces, no siempre, la compra de cosmética natural puede resultar un desembolso importante. Pero si se observa su duración, su coste diario, su eficacia, su tolerabilidad que hace que no haya que abandonarla por efectos adversos, sus sostenibilidad ecológica, etc. el ratio es clarísimamente más beneficioso hacia lo natural.
